Mis historias en primera persona
UN CASTING XXX
PRODUCTORA ARGENTINA TRIPLE X
HISTORIAS EN PRIMERA PERSONA
GLORIA PARQUE
Como a todas, siempre me gustó el sexo y lo hice desde adolescente. Nunca tuve problemas en dar rienda suelta a mi sexualidad y desde la primera vez supe lo que fue hacer un pete y que me acaben en la boca. Me pareció muy excitante e incluso muy rica la leche. Desde entonces los petes son mi debilidad y nunca dejo de probar ese regalo que te dan los tipos cuando acaban.
Pasados los años y después de varios novios y amantes, me entró curiosidad por el porno y no dejaba de ver videos en mi celular y en mi PC. Me obsesioné al ver esas escenas con tipos de pijas grandes y cargadísimos de leche y me imaginaba lo bien que la pasaban las actrices. Empecé a seguir la página de Argentina Triple X que, por entonces, estaba de moda. Ahí veía videos de chicas que hacían casting y en general se las cogía un tipo de apodo “Chiqui”, aunque el sobrenombre nada tiene que ver con su tamaño físico ni con el de su pija.
Busqué la dirección de la productora en internet y les mandé un correo pidiendo una entrevista. Les dije de mi interés por hacer un casting y me respondieron de inmediato, así que dos días después me estaba aprestando para la entrevista. Bien depilada, perfumada, con ropa interior nueva y con algo de nervios emprendí el viaje hasta Palermo donde me esperaba el director de la productora. Me dijo que hablaríamos un rato y que si estaba de acuerdo con la modalidad haríamos un casting que él mismo me tomaría. Pensé que si esto me acercaba a Chiqui la experiencia podría valer la pena.
Llegué al edificio, toqué el portero y entré en cuanto se abrió la puerta, tomé aire, abrí bien los ojos, e imaginé lo que se venía. Tomé el ascensor y aproveché para mirarme al espejo y acomodarme el último pelo desalineado de mi cabeza, me subí las tetas, me ajusté bien la cintura de mi pollera y una vez todo en su lugar, salí directo a tocar el timbre del departamento y pronto se abrió la puerta.
Ahí estaba “M”, el dueño de la productora, un tipo alto, de buen cuerpo y vestido casualmente. Me recibió con una sonrisa y pasé escaneando cada detalle del interior mientras le respondía las primeras preguntas. ¿Viniste sola?, ¿Querés tomar algo? Y otras que, seguramente, tenían como propósito romper el hielo y relajarme, aunque yo ya estaba en sintonía y sabía perfectamente a lo que iba. Hablamos unos 10 minutos, le conté que veía sus videos y que de todos sus actores admiraba a Chiqui por su contundencia. Me dijo que quizás en otra oportunidad podía hace un casting con él así que sentí que aquella fantasía se podría cumplir, pero… primero debía superar el momento y dar una buena impresión.
Me preguntó si estaba lista para hacer el casting y le respondí que para eso había ido y que estaba preparada. El tipo pasó al baño mientras yo aproveché para desvestirme y quedarme en ropa interior. En medio de una habitación había un colchón en el piso y me tiré a esperarlo. Cuando me vio se sorprendió y me pidió un minuto porque estaba subiendo el camarógrafo, así que sería la primera vez que cogería mientras otra persona me mirara. Sonó el timbre y entró un muchacho con una cámara y todo quedó listo para empezar. Ensayaron algunas tomas mientras yo estaba en el colchón y descubrieron que no andaba el sonido, así que haríamos una película muda, como en los primeros años del cine.
Luego “M” se quitó el pantalon y el calzoncillo aunque se dejó la remera. Se sentó en un sillón con su pija parada y empecé a chuparla mientras nos filmaban. Le hice un buen pete besando y lamiendo su pija, ensayando garganta profunda, y gozando de esa dureza ancha y de tamaño considerable que, además, estaba deliciosa. Nos reímos un rato mientras se la chupaba y me daba la sensación de que él la estaba pasando muy bien. En un momento el camarógrafo se acercó demasiado y le pedí que saque la pija para chupársela también, así que en un segundo tenía otra pija en mi boca mientras “M” se preparaba para cogerme en 4 patas. Todo listo, se puso el forro y me empezó a entrar por el culo, con suavidad pero firmeza, esa pija grande fue abriéndome y en un momento ya le tenía toda adentro. Empezó a moverse con cuidado al principio y luego dio rienda suelta a su instinto entrando y saliendo de mi culo con velocidad y mucha fuerza mientras yo aún tenía la pija de su asistente en mi boca. Fue un momento maravilloso y la primera vez que estaba con dos pijas adentro de mi cuerpo, una en la boca y otra en el culo.
Después de una buena sacudida, sacó la pija y quedé en cuatro patas con el culo abierto, me filmaron en esa posición para que quede registro de las consecuencias de esa culeada y luego me tiré boca arriba para que me acabe en la boca. Ese es uno de los requisitos que cualquier actriz porno debe cumplir porque es lo que se espera al final de cada escena. Como a mi me encante la leche, me dispuse con placer a recibirla. Él se subió arriba de mis tetas y empezó a pajearse mientras yo lamía sus huevos y de a poco fue preparándose para acabar mientras aceleraba su respiración y la pija parecía que se le salía para adelante.
Abrí la boca esperando la leche mientras él se daba las últimas sacudidas con la mano. –Ahí viene, dijo, y a mí se me puso la piel de gallina esperando el momento. Sentí la contracción en sus piernas y largó un chorro denso y caliente de leche justo sobre la palma de mi lengua, que bajó hasta mi garganta mientras otros dos chorros más de leche bajaron a mi lengua. Se empezó a pajear como para terminar de acabar y algunas gotas cayeron sobre mis labios y mejillas. Cerré la boca para juntar todo lo que tenía y se la mostré mientras le sonreía por el buen momento que me estaba haciendo pasar, pasé mi lengua enlechada por mis labios, por mis dientes y no dejaba de percibir la densidad de esa leche espesa que tenía en mi boca. Jugué un ratito haciendo burbujas y circulándola por toda la boca hasta que al final de un trago la mandé directo a mi garganta.
No solo aprobé el casting sino que fui 2 veces más a probarme y una de ellas con Chiqui, cumpliendo mi fantasía inicial, pero esa será otra historia.